THE RESPONSE TO COVID-19 IN LATIN AMERICA AND THE CARIBBEAN MUST RESPECT THE HUMAN RIGHTS OF TRANS IDENTITIES AND ALL GENDER EXPRESSIONS
UNAIDS and REDLACTRANS call on governments and partners to protect, support and respect the human rights of lesbian, gay, bisexual, transgender and intersex (LGBTI) people as part of their response to COVID-19. During the pandemic, members of the LGBTI population could be particularly vulnerable to the virus, as well as those with compromised immune systems, including people living with HIV and AIDS.
In relation to the gender-based quarantine measures adopted by some countries in the region, we strongly believe that these measures must guarantee the protection of the trans and gender-diverse population and include the necessary instructions for members of the security forces to achieve this.
Similarly, countries in Latin America and the Caribbean are urged to ensure access for members of the LGBTI population to essential social services, such as health. This must comply with the principle of non-discrimination and international human rights standards, as well as including a gender perspective.
In any epidemic, discrimination that restricts access to the provision of health care or the refusal to treat a person based on their nationality, country of origin, lack of health insurance or socio-economic condition doesn’t just deny a person critical health care services, but it also endangers the health of others and undermines the overall response.
"HIV has taught us that violence, harassment and discrimination only serve to further marginalize members of the most vulnerable populations. Given the high levels of inequality in Latin America and the Caribbean, the situation in this region can be even more severe," said César Nuñez, UNAIDS Regional Director for Latin America and the Caribbean. "All people, regardless of their sexual orientation, gender identity or gender expression, have the right to health, safety and protection, without exception. Respect and dignity are needed now more than ever”.
"In this health and food emergency in which we trans people find ourselves, and because we are also a high-risk population, we ask governments in the region to ensure measures that control and eradicate police violence and abuse. We need these measures to include a gender perspective, as well as violence prevention and assistance for victims of violent acts. The years we have struggles for the recognition of our human rights cannot be undermined in an emergency context. Now is when we most need our rights to be respected," says Marcela Romero, President of the Latin American and Caribbean Network of Trans People.
Learning from the HIV response
Drawing on our experience at UNAIDS in tackling HIV, it has been seen that certain communities, - due to their HIV status, sexual orientation, gender identity or drug use - are more likely to be victims of stigmatizing attitudes that create barriers to access health services during an epidemic.
In addition, we have learned from the AIDS epidemic that restrictive, stigmatizing and punitive measures can lead to significant human rights abuses with disproportionate effects on already vulnerable communities. These lessons can serve us well for the COVID-19 pandemic.
Stay-at-home orders, especially when implemented inflexibly, compound the difficulties these groups already experience in accessing antiretroviral therapies and HIV prevention and gender affirmation services, including hormonal therapies. This is especially true for Trans and LGBTI people who are living in poverty, have no income or are currently homeless.
For some Trans and LGBTI people, self-isolation and physical detachment can be particularly challenging, even dangerous. Many face unacceptable violence and/or abuse while sheltering in homes with family members.
UNAIDS and REDLACTRANS call on countries to:
• Ensure that all measures to protect public health are proportionate, evidence-based and respectful of human rights.
• Stop arresting people on the basis of their sexual orientation, gender identity or gender expression within the framework of COVID-19 quarantines.
• Invest in the response to COVID-19 while protecting HIV/SRH funding and programs by ensuring that they are inclusive and sensitive to the needs of transgender and LGBTI people.
• Protect continued access to life-saving health care including harm reduction, condoms and lubricants, pre-exposure prophylaxis, antiretroviral therapy, hormone replacement therapies and mental health services for transgender and LGBTI people.
• Provide medication delivery options through flexible services, multi-month ARV dispensing, community deliveries and virtual consultation and support options.
• Consider designating community-led service organizations as essential service providers so they can provide flexible and secure delivery of key services.
• Include Trans and LGBTI people in national social protection schemes including income support.
• Increase access to suitable emergency and safe housing for homeless and recently evicted Trans and LGBTI people.
• Involve Trans and LGBTI people in public health planning and in COVID-19 related messages.
La respuesta a COVID-19 en América Latina y el caribe debe respetar los derechos humanos de las identidades Trans y toda expresión de género
ONUSIDA y REDLACTRANS hacen un llamado a los gobiernos y socios a proteger, apoyar y respetar los derechos humanos de las personas lesbianas, gays, bisexuales, transgéneras e intersexuales (LGBTI) durante la respuesta al COVID-19. Durante la pandemia estas últimas pueden estar en una situación particularmente vulnerable, así como quienes viven con sistemas inmunitarios comprometidos, incluidas algunas personas con VIH y sida.
En referencia a las medidas de cuarentena que han adoptado algunos países de la Región y que se basan en el género, instamos a que éstas garanticen la protección de la población trans y género-diversas, y a que incluyan instrucciones adecuadas con enfoque de derecho en este sentido hacia los y las agentes estatales.
De la misma manera, se insta a los Estados de América Latina y El Caribe a que se asegure el acceso de todas las personas a los servicios sociales esenciales, como la salud. Esta debe estar en línea con el principio de no discriminación y los estándares internacionales de derechos humanos, así como contar con una perspectiva de género.
En cualquier epidemia, la discriminación en la provisión de atención médica o la negativa a tratar a una persona en función de su nacionalidad, país de origen, falta de cobertura de seguro o situación socioeconómica o de cualquier otro tipo, no solo niega a una persona los servicios críticos de atención médica, sino que pone en peligro la salud de otros y socava la respuesta general.
"El VIH nos ha enseñado que la violencia, el acoso y la discriminación solo sirven para marginar aún más a las personas más vulnerables. Además, tomando en cuenta la desigualdad en América Latina y el Caribe, esta realidad puede ser incluso más difícil” dijo César Nuñez, Director Regional de ONUSIDA para América Latina y el Caribe. 2 “Todas las personas, independientemente de su orientación sexual, identidad de género o expresión de género, tienen derecho a la salud, seguridad y protección, sin excepción. Se necesita respeto y dignidad ahora más que nunca”.
“En esta emergencia sanitaria y alimentaria en la que nos encontramos las personas trans, por ser además una población de alto riesgo, pedimos a los Estados que se generen medidas que controlen y erradiquen la violencia y el abuso policial. Necesitamos que las medidas contemplen una perspectiva de género, así como atención y prevención de las violencias. Los años de lucha por el reconocimiento de nuestros derechos humanos, no pueden ser socavados en un contexto de emergencia. Ahora es cuando más necesitamos que se respeten nuestros derechos”, dice Marcela Romero, presidenta de la Red Latinoamericana de y del Caribe de personas Trans.
Aprendizajes de la respuesta al VIH
Desde ONUSIDA destacamos que, del trabajo en VIH, se ha visto que ciertas comunidades, - debido a su estado de VIH, su orientación sexual o identidad de género, o su uso de drogas- están más sujetas a actitudes estigmatizantes, lo que crea barreras para acceder a los servicios de salud necesarios durante una epidemia.
Sumado a ello, de la epidemia del Sida hemos aprendido que las medidas restrictivas, estigmatizantes y punitivas pueden conducir a abusos significativos de los derechos humanos con efectos desproporcionados en las comunidades ya vulnerables, y aquellos aprendizajes nos pueden servir para la pandemia de COVID-19.
Las órdenes de quedarse en casa, especialmente cuando se implementan sin flexibilidad, agravan las dificultades que estos grupos ya experimentan para acceder a la terapia antirretroviral y la prevención del VIH y los servicios de afirmación de género, incluidas las terapias hormonales. Esto es especialmente cierto para las personas Trans y LGBTI que viven en pobreza, que no cuentan con ingresos, o que actualmente están sin hogar.
Para algunas personas Trans y LGBTI, el autoaislamiento y el distanciamiento físico pueden ser particularmente desafiantes, incluso peligrosos. Muchas de ellas enfrentan violencia y / o malos tratos inaceptables mientras se refugian en hogares con familiares.
ONUSIDA y REDLACTRANS piden a los países que:
Se aseguren todas las medidas para proteger la salud pública y que estas sean proporcionadas, estén basadas en evidencia y respeten los derechos humanos.
Detengan los arrestos a personas en función de su orientación sexual, identidad de género o expresión de género, en el marco de las cuarentenas por COVID-19.
Inviertan en la respuesta a COVID-19, mientras protege los fondos y los programas de VIH / salud sexual y reproductiva manteniéndolos inclusivos y sensibles a las necesidades de las personas Trans y LGBTI.
Protejan el acceso continuo a asistencia médica que salva vidas, incluida la reducción de daños, condones y lubricantes, profilaxis previa a la exposición, terapia antirretroviral, terapias de reemplazo hormonal y servicios de salud mental para personas Trans y LGBTI.
Brinde opciones de entrega de medicamentos a través de servicios flexibles, dispensación de varios meses de ARV y hasta entrega comunitaria y consultas virtuales y opciones de soporte.
Consideren designar organizaciones de servicios dirigidas por la comunidad como proveedores de servicios esenciales para que puedan proporcionar una entrega flexible y segura de servicios clave.
Incluir a las personas Trans y LGBTI en los esquemas nacionales de protección social, incluido el apoyo a los ingresos.
Aumentar el acceso a viviendas apropiadas de emergencia y seguras para personas Trans y LGBTI sin hogar y recientemente desalojadas.
Involucre a las personas Trans y LGBTI en la planificación de la salud pública y en los mensajes relacionados con COVID-19.