Geneva, 14 January 2021
“We are deeply concerned by continuous and increasing attacks in Venezuela against civil society organizations, human rights defenders and journalists. In the latest incident, on 12 January in Zulia state, military counter-intelligence and regional police officers raided the NGO Azul Positivo. Documents were seized and six staff members were arrested. Five of them remain in detention. They have not been able to see their lawyers or families.
At least three media outlets were also targeted on 8 January, when public servants reportedly seized their equipment, sealed their offices and intimidated staff. These incidents followed similar cases of journalists being harassed or intimidated, as public officials issued a series of statements delegitimizing the media. There are increasingly worrying reports that journalists are censoring themselves out of fear.
We urge the authorities to stop targeting people for performing legitimate work, be it in the humanitarian or human rights sector or in the media. A free, diverse and active civil society is crucial for any democracy and it must be protected, not stigmatized or persecuted.”
"Estamos profundamente preocupados por los constantes y crecientes ataques contra organizaciones de la sociedad civil, defensores de los derechos humanos y periodistas en Venezuela. En el último incidente, el 12 de enero en el estado de Zulia, oficiales de contrainteligencia militar y de la policía regional allanaron la ONG Azul Positivo. Documentos fueron incautados y seis empleados fueron arrestados. Cinco siguen detenidos. No han podido ver a sus abogados ni a sus familiares.
Esta es la segunda vez en los últimos dos meses que se ha allanado la oficina de una ONG humanitaria y se ha interrogado a su personal, supuestamente debido a la financiación recibida del exterior. Los Estados no deberían imponer restricciones indebidas a la capacidad de las ONG de acceder a la financiación de fuentes nacionales, extranjeras o internacionales. Es aún más desconcertante que estas incursiones estén acompañadas de declaraciones de funcionarios públicos que exhortan a la criminalización de las organizaciones de la sociedad civil y de su personal.
Al menos tres medios de comunicación también fueron objeto de ataques el 8 de enero, cuando, supuestamente, funcionarios públicos confiscaron sus equipos, sellaron sus oficinas o intimidaron a su personal. Estos incidentes siguen a casos similares de periodistas acosados o intimidados, mientras funcionarios públicos han emitido una serie de declaraciones deslegitimando a los medios de comunicación. Hay informes cada vez más preocupantes de que los periodistas se están censurando a sí mismos por miedo.
Instamos a las autoridades a que dejen de acosar a personas por realizar un trabajo legítimo, ya sea en el sector humanitario, de derechos humanos, o en los medios de comunicación. Una sociedad civil libre, diversa y activa es crucial para cualquier democracia y debe ser protegida, no estigmatizada o perseguida".