Esta campaña electoral es una de las más movidas que he visto en mis 24 de años, tomando en cuenta que estoy en política desde los 12 años. Vemos como se han conformado nuevos partidos políticos, como algunas han resurgido del olvido como el PIN y como algunos la fiesta solo le duró 4 años como al Frente Amplio. Liberación Nacional sigue decepcionando al electorado, la Unidad Social Cristiana se mantiene igual mientras el PAC intenta que el #Cementazo no acabe con la campaña de Carlos Alvarado.
Pero una de las cosas más interesantes que podemos ver en la arena electoral es que opositores toman fuerza; y estoy hablando justamente de los diputados de índole cristina y de las y los candidatos a LGBTI a diputaciones para el periodo 2018 – 2022. Empecemos por lo religioso: dice Fabricio Alvarado que espera llegar a tener 10 diputados ¡Si huevón, sobre todo! Y que lucharán fuertemente para que no imponga la famosa e inexistente “Ideología de Género” que van a luchar en contra del matrimonio igualitario, el aborto y la legalización de la cannabis.
Por otro lado las personas LGBTI con aspiraciones legislativas se visibilizan mucho más y ahora están ocupando candidaturas en puestos elegibles; vemos que partido oficialista (PAC) postuló a Enrique Sánchez, activista gay en un cuarto lugar por San José, mientras que el partido provincial VAMOS postuló a Margarita Salas, lesbiana, en el primer lugar por San José mientras en el segundo lugar por primer vez en la historia eligieron a Dayana Hernández, una chica trans y activista para ocupar curules en nuestra tropical Asamblea Legislativa.
Costa Rica's 2018 elections are already seeing more LGBTI candidates and a focus on LGBTI rights and marriage equality.