Andrés Quinteros, director de Centro de Adicciones de Madrid,(CETRAD) augura que en los próximos años «las personas que ahora frecuentan las chemsex llenarán los centros de adicciones». Representan un fenómeno que gana adeptos a diario, son sesiones de sexo ininterrumpidas durante días bajo los efectos de las drogas, «es una realidad que está modificando los hábitos de gran parte de la población homosexual y tienen una grave incidencia los asistentes, tanto en su salud física y mental como en el desarrollo habitual de su vida», reconoce el experto.
El término «chemsex» se utiliza en España desde hace aproximadamente 5 años, nació en Estados Unidos y dio el salto a Inglaterra, que lo importó a sus vecinos europeos estableciendo y arraigando el fenómeno. Sin embargo la terminología anglosajona es la denominación a una práctica que, como indica Percy Fernández Dávila, experto en chemsex «siempre ha existido».
Uno de los detonantes que fomenta su existencia es la falta de autoestima y los prejuicios que tiene el consumidor, que en ocasiones necesita la desinhibición de las drogas para desenvolverse en los entornos sexuales que quiere frecuentar. «Te llevan a hacer cosas que no harías de otra manera», indica Ana, de Energy Control, una un proyecto de la asociación Bienestar y desarrollo cuyo fin es informar y sensibilizar acerca del consumo de drogas.
Jorge Garrido, director de la ONG Apoyo Positivo, señala que «los prejuicios como la serofobia interioriorizada o la homofobia en contraposición con el deseo sexual que realmente manifiesta la persona provoca que se llegue a estos ambientes». Explica que muchas de las personas que acuden a Chemsex son homosexuales que no aceptan su orientación sexual y utilizan las drogas para desinhibirse.
La celebración de estas particulares fiestas está directamente relacionada con el aumento de contagios enfermedades de transmisión sexual como el VIH, hepatitis C, la sífilis y la gonorrea tanto por la despreocupación que el consumo de drogas provoca en sus usuarios como en el mal hábito de compartir jeringuillas cuando las sustancias se consumen por vía intravenosa. Jorge Garrido hace hincapié en que apuntar solamente al fenómeno chemsex sería impreciso, ya que las estadísticas recogidas por el Centro Sandoval indican que más del 90% de las personas que padecen enfermedades de transmisión sexual tuvieron sexo bajo los efectos de las drogas pero que esta situación no tiene por qué darse necesariamente en una chemsex.
Andrés Quinteros, director of Center for Addictions Madrid, (CETRAD) predicts that in the coming years "people who now frequent the chemsex will fill addiction centers ". Chemsex, is a phenomenon where sex sessions can continue for days under the influence of drugs. "It is a reality that is changing the habits of much of the homosexual population and has a serious impact on attendees, both in physically and mentally and in the ordinary course of his life health "acknowledges the expert.
The term "chemsex" has been used in Spain since about 5 years ago, the term was born in the United States and made the leap to England, who imported their European neighbors by establishing and entrenching the phenomenon. However the English terminology is the name given to a practice which, as Percy Fernández Dávila chemsex expert says, "has always existed" .
One of the triggers that promotes their existence is the lack of self - esteem and prejudice of the consumer, who sometimes need disinhibition of drugs for sexual function in environments that they want to attend.
Jorge Garrido, director of the NGO Positive Support , points out that internalized serophobia or homophobia can influence the desire for chemsex. He explains that many of the people who come to Chemsex are homosexuals who do not accept their sexual orientation and use drugs to disinhibit.
Holding these private parties is directly related to the increase in infections of sexually transmitted diseases such as HIV, hepatitis C, syphilis and gonorrhea. Jorge Garrido stresses that blaming the phenomenon of chemsex entirely for the rise in sexually transmitted disearse would be inaccurate, since the statistics collected by the Sandoval Center indicate that more than 90% of people suffering from sexually transmitted diseases had sex under the influence of drugs but this situation not necessarily be in a chemsex.